Aunque no se haya hecho ningún comunicado oficial, la tercera tableta de Apple, que responde al sencillo nombre de iPad (a secas) sólo ha sobrevivido nueve meses en el catálogo de la compañía. La mejora de procesador y la alta definición, que se anunciaron como una nueva revolución del medio, es ya simple agua de borrajas en las inclemencias del mercado tecnológico. Todo un sonoro batacazo.
Y de entre las cenizas resucita el iPad 2, que ha sido el producto más solicitado en el conocido Black Friday, esas nuevas rebajas que en Estados Unidos llevan unos años causando furor. Aunque la segunda tableta de Apple lleva un procesador más limitado y su pantalla adolece de la nitidez y de la calidad de imagen de sus sucesoras, por lo menos sigue en la pelea. Toda una veterana de casi tres años de edad. Una eternidad en este mundillo. Algunos de los clientes de Apple explican el éxito de la vieja tableta mediante una combinación de funcionalidad y precio. Muchos de los clientes son centros educativos y empresas que adquieren alguna promoción en concreto.
Apple, por su parte, empieza a dar muestras de la temida fragmentación y rompe la uniformidad en sus aparatos y los sistem
as operativos. Algunas de las casas de Apple en las grandes ciudades, creen que una apertura en el sistema operativo abriría la puerta a que las tiendas y talleres de reparación de ordenadores en ciudades como Madrid o Barcelona rompieran el actual dominio que tiene la empresa en el mercado.
